miércoles, 2 de mayo de 2018

Inspiración Inesperada

Tú que has sido capaz de bañar con tu sangre las páginas en blanco de mi vida y dibujar con ella mis sentimientos, mis anhelos, mis dolores, mis cavilaciones y mis más profundos y banales pensamientos, hoy, me dices adiós.

Tú que me has acompañado en mis horas más negras poniéndole el color de tu sangre a las venas de lo tangible, hoy, me dices adiós.

Tú, que me ayudas a prepararme para la despedida enviándome sutiles señales lo suficientemente gráficas para que mi mente en horas bajas lo pueda entender, hoy, me dices adiós.

Yo, que tenido el placer de acarciarte, tocarte, apretarte, quizá demasiado en ocasiones, me preparo con pena para decirte adiós.

Yo, que gracias a ti he podido vaciarme, llenarme, llorar, sonreír, dibujar, tratar de equilibrar mi propio caos, me preparo para decirte adiós.

Mas no quiero que te vayas sin saberme agradecida por toda tu inestimable ayuda, por saber estar conmigo, por dejarme sostenerte cada día y por haberme ayudado a mantenerme en pie con paciencia y amor.

No quiero que te vayas sin saber que gracias a ti me acerco un poquito más a mí cada día.

Yo, me preparo para decirte adiós fiel compañero.

Tú, tú me preparas para que el golpe no sea tan duro.

Gracias fiel amigo, gracias por todo. Allá donde vayas quiero que sepas que podrás descansar, sí, y además hacerlo sabiendo que has cumplido con tu propósito de vida.
Deseo que seas feliz, sí, allá donde vayas.

Gracias amigo por dejarme tu relevo antes de partir para no quedarme sola. Gracias amigo, ya estoy preparada.

La hora acaba de llegar.

Adiós.

‘Oda a mi Stabilo Azul’

Lady L.

No hay comentarios: